Taller regional para países latinoamericanos: gestión integral del riesgo climático y de desastres

América Latina y el Caribe es la segunda región más propensa a los desastres en el mundo y a su vez una de las más expuestas a los fenómenos climáticos y, por ende, a los efectos adversos del cambio climático. La región se ve afectada repetidamente por sequías, lluvias intensas, huracanes y el fenómeno de El Niño/La Niña.

Los impactos crecientes de los eventos climáticos en la región son una muestra de la alta vulnerabilidad de los países, estrechamente vinculada a sus condiciones de desigualdades económicas y sociales, así como a sus debilidades institucionales y de gobernanza. Estos factores potencian dinámicas de movilidad humana, expansión de la informalidad y degradación ambiental, entre otras, que se traducen en una creciente exposición de las comunidades, infraestructuras, y medios de vida, ante amenazas de origen natural, socio-natural, y antrópico.

La crisis climática es considerada como una de las grandes amenazas para la humanidad y el planeta. Los desastres relacionados con el clima casi se han duplicado durante las últimas dos décadas, en comparación con los veinte años anteriores, observándose fenómenos meteorológicos y climáticos más extremos y de mayor impacto. Esto ha exacerbado las desigualdades dentro y entre los países de nuestra región, a pesar de su menor contribución a las emisiones globales de gases de efecto invernadero con respecto a muchos otros países industrializados.

Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su informe El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022, la tasa media de aumento de las temperaturas fue de aproximadamente 0.2°C por década entre 1991 y 2021, frente a los 0.1°C por década registrados entre 1961 y 1990. Los glaciares de los Andes tropicales han perdido al menos el 30% de su superficie desde la década de 1980 y el retroceso de los glaciares y la correspondiente pérdida de masa de hielo han agravado el riesgo de escasez de agua para la población y los ecosistemas andinos.

El nivel del mar en la región ha continuado subiendo a un ritmo más rápido que el promedio mundial, sobre todo a lo largo de la Costa Atlántica de América del Sur, en el sur del Ecuador, en el Atlántico Norte Subtropical y en el Golfo de México. El incremento del nivel del mar amenaza a un porcentaje muy importante de la población que habita en las zonas costeras, ya que contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas, inunda las zonas de baja altitud y aumenta el riesgo de mareas de tormenta.

Con el propósito de mejorar las capacidades de los países en América Latina en la preparación e implementación de planes integrados de Adaptación al Cambio Climático (ACC) y de Reducción del Riesgo de Desastres (RRD), la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés), el Gobierno de Colombia (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible –MADS- y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD), la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y, desarrollarán un Taller Regional sobre la “Gestión Integral del Riesgo Climático y de Desastres” del 30 de julio al 1 de agosto de 2024 en Cali, Colombia.

Este taller estará dirigido a los entes rectores de RRD y de ACC de los países participantes y será una oportunidad para facilitar una mayor comprensión de las iniciativas existentes a nivel nacional y regional, particularmente en América Latina, con miras a fortalecer su uso e integración. Se consideran espacios de intercambio de manera virtual con representantes de entidades de planificación y desarrollo sostenible, y de economía y finanzas.

Justificación

La RRD y la ACC tienen el objetivo común de reducir la vulnerabilidad y fortalecer las capacidades hacia la resiliencia. Esto se refleja en las metas y objetivos generales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, entre otros acuerdos internacionales. La convocatoria de las Partes de la CMNUCC (COP 28) y el Acuerdo de París (CMA 542) identificaron la mitigación, la adaptación, el financiamiento, y las pérdidas y daños, como áreas prioritarias, todas las cuales se comparten mutuamente en todos los dominios. La Declaración Política3 de la Reunión de Alto Nivel sobre la Revisión de Mitad de Período de Implementación del Marco de Sendai (MTR SF, por sus siglas en inglés)4, generó hallazgos y recomendaciones contundentes. Por ejemplo, se señaló la amenaza del cambio climático, y también la necesidad de que 2023 fuese un período de corrección de rumbo.

UNDRR ha estado implementando el Programa de Gestión Integral de Riesgos Climáticos y de Desastres (Comprehensive Risk Management - CRM5), siendo una iniciativa emblemática, y que está totalmente alineado con la Meta E del Marco de Sendai, buscando aumentar el número de países con estrategias nacionales y locales de RRD, donde la promoción de la coherencia de políticas con el cambio climático, entre otros, es uno de los principios definidos. Además, está alineado con el Acuerdo de París, incluido el objetivo global de adaptación para, entre otras cosas, mejorar la resiliencia, reducir los impactos climáticos sobre los ecosistemas y la biodiversidad, y acelerar la adaptación basada en los ecosistemas y las soluciones basadas en la naturaleza. También tiene sinergia con los ODS, incluido el Objetivo 13 sobre Acción Climática, donde su meta 13.2 está relacionada con la planificación nacional.

El enfoque de CRM tiene como objetivo integrar la RRD en los planes nacionales de adaptación (PNA), la información climática y las consideraciones de adaptación en los planes de RRD y, cuando sea pertinente y aceptable, desarrollar un plan integrado. El enfoque de CRM es, por lo tanto, clave para hacer la transición hacia planes y políticas integrados, respaldado por una comprensión compartida del riesgo con un alto nivel de coherencia institucional. Un enfoque integral entre la RRD y la ACC tiene en cuenta una serie de factores para fortalecer deliberadamente las sinergias, al identificar oportunidades mutuamente beneficiosas entre políticas y programas, al tiempo que desarrolla las capacidades de los gobiernos para la planificación intersectorial.

Por su parte, el PNUD promueve la integración de las agendas de RRD y ACC en los procesos de desarrollo y para ello ha elaborado una guía que facilita la revisión de los mecanismos de coordinación, planificación, programación y financiación del desarrollo; y que se ha puesto en práctica en Cuba, Costa Rica y Ecuador. Además de los entes rectores de RRD y ACC, se incentiva el involucramiento de las entidades de planificación y desarrollo sostenible, economía y finanzas, y ministerios sectoriales. En 2024, Colombia y Panamá se han sumado a este proceso.

Objetivos del Taller

Objetivo general

Fortalecer las capacidades de los países participantes en el desarrollo e implementación de planes integrados, y apoyar los esfuerzos regionales para optimizar las medidas de ACC y RRD con un enfoque inclusivo y de género, a la luz de los impactos (actuales y futuros) del cambio climático.

Objetivos específicos

• Convocar a representantes gubernamentales de las agencias a cargo de la gestión y reducción del riesgo de desastres (GRD/RRD), la ACC, y la planificación y finanzas, junto con agencias de las Naciones Unidas, para compartir buenas prácticas, desafíos y oportunidades en la planificación integrada.
• Facilitar la complementariedad entre los marcos de planificación regional y nacionales para la RRD y la ACC.
• Promover la aplicación de la información climática en los procesos de planificación con un enfoque inclusivo y de género.
• Compartir información y actualizaciones sobre los mecanismos de coordinación existentes, los proyectos y programas en curso, los datos desagregados de riesgos y el seguimiento de la financiación nacional para el clima y los desastres.