Costa Rica avanza con pasos firmes en su conocimiento del riesgo sistémico
La aplicación en Costa Rica del Marco Global de Evaluación de Riesgos (GRAF, por sus siglas en inglés) ha sido vital para construir los cimientos de una gobernanza con enfoque sistémico y un mejor enfoque para reducir los riesgos en este país.
Esta fue una de las conclusiones surgidas en la sesión Avances y desafíos de la aplicación del GRAF en los países de Latinoamérica, desarrollada en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible 2022, en Costa Rica.
Raúl Salazar, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres - Oficina regional para las Américas y el Caribe, destacó la urgencia de aplicar un enfoque sistémico para analizar los riesgos, tal y como lo desarrolla ya Costa Rica. “Estos esfuerzos de abordar los riesgos desde una perspectiva sistémica, multisectorial e integral es clave para fortalecer los sistemas nacionales en nuestra región”, dijo Salazar.
La aplicación del GRAF tiene como objetivo fortalecer la capacidad de los países para acceder y aplicar mejor los datos relacionados con el riesgo, integrando los datos de amenazas, vulnerabilidad y exposición, con los cuales delimitar los escenarios futuros y complejos, en un enfoque de análisis integral sobre el impacto en cascada de los riesgos en todos los sistemas.
Así mismo, se centra en el desarrollo de un conjunto de métodos para comprender y representar las palancas y los impulsores del riesgo, así como los puntos de inflexión asociados a la fragilidad de los sistemas sociales y económicos, poniendo en evidencia la fuerza e interconexión de los factores de desarrollo que generan riesgo para poder abordarlos.
Desde 2020 Costa Rica ha servido como piloto para la aplicación del GRAF, con varios resultados positivos y que sirven de ejemplo para la región, como un inventario de fuentes de información disponible sobre el riesgo, disponible en página web y de acceso público; un fomento de diálogo y concertación entre los sectores científico, empresas públicas a cargo de los servicios vitales y el sector financiero, en el marco del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo; la aplicación del Evaluación de Necesidades de Recuperación Post Desastre (PDNA, por sus siglas en inglés) en los sectores con mayores pérdidas por desastre; y un ejercicio de evaluación probabilística del riesgo, mediante el método de Evaluación Probabilística del Riesgo (CAPRA).
“El contexto dado por la pandemia nos aporta claridad sobre los beneficios de GRAF y proyecta una gobernanza del riesgo sistémico y una toma de decisiones informada por el riesgo”, indicó por su parte Alexander Solís, presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) de Costa Rica. “El GRAF aporta mucho en transferencia de capacidades para la evaluación del riesgo con un aporte sistémico en un ámbito multisectorial y respondiendo a necesidades reales del país”, añadió Carlos Picado, también de la CNE.